jueves, 23 de febrero de 2012

Carbono 14




Hoy hemos hablado de isótopos y hemos visto las partículas que tiene el C14. Os he hablado de la prueba del carbono.

Os adjunto enlace para ver más detalles:

http://www.andaluciainvestiga.com/espanol/cienciaAnimada/sites/carbono/carbono.swf

domingo, 5 de febrero de 2012

En 1752 Benjamín Franklin hizo su famoso experimento del rayo y la cometa


La descripción de su experiencia fue publicada en The Pennsylvania Gazatte del 19 de Octubre de 1752 y decía lo siguiente:

"Fabriqué una pequeña cruz con dos tiras delgadas de cedro. Los brazos de la misma deben tener la suficiente longitud como para abarcar las cuatro esquinas de un pañuelo de seda extendido; ate las esquinas del pañuelo a cada uno de los extremos de la cruz y ya tiene el cuerpo de una cometa que, convenientemente completado con una cola, una anilla y cordel, se elevara por los aires, al igual que los que se confeccionan con papel; claro que al ser seda aguantará mejor, sin rasgarse, una tormenta de agua y viento. En el extremo superior del palo longitudinal de la cruz se fija una punta metálica muy afilada, que debe sobresalir un pie, o más, de la madera. En el extremo inferior del cordel, próximo a la mano, debe atarse una cinta de seda, y se puede atar una llave donde se une aquél y la cinta. Esta cometa debe remontarse cuando se aviste una tormenta eléctrica, y la persona que sostenga la cuerda debe situarse en el vano de una puerta o ventana, o bajo algún otro lugar cubierto, con el fin de que no se moje la cinta de seda; también debe procurar que la cuerda no roce el marco de la puesta o la ventana. Tan pronto como se ciernan sobre la cometa algunas nubes tormentosas, la aguzada punta atraerá el fuego eléctrico que hay en ellas, y la cometa, al igual que la cuerda, quedará electrizada, y las hilachas del cordel se erizarán y experimentarán la atracción de un dedo que se les acerque. Y cuando la lluvia haya mojado la cometa y la cuerda, quedando en condiciones de conducir libremente el fuego eléctrico, comprobará que fluye con abundancia de la llave en la proximidad de su articulación. En esta llave se puede cargar la redoma y con el fuego eléctrico así obtenido se pueden inflamar los alcoholes y se pueden realizar todos los demás experimentos eléctricos que generalmente requieren el frotamiento de un tubo de cristal; por lo tanto, queda demostrada sin lugar a dudas la identidad de la materia eléctrica del rayo."

viernes, 3 de febrero de 2012

Los átomos se pueden ver...


Con los microscopios de barrido electrónico y los de fuerza atómica. Los primeros tienen una sonda formada por una aguja cuya punta mide sólo un átomo. Ésta se coloca a una distancia de 1 nanómetro (10-9 metros) del material a explorar y se aplica una corriente eléctrica que genera una tensión de un voltio entre sonda y superficie. Al barrer ésta, la aguja reproduce la topografía atómica de la muestra. Este microscopio sólo sirve para sustancias conductoras de electricidad; para las aislantes se emplea el de fuerza atómica, que usa la información obtenida cuando los electrones que emite son repelidos por las nubes electrónicas de los átomos de la superficie.

jueves, 2 de febrero de 2012

Vamos a hablar de: Marie Anne Pierrete Paulze


Ciencia es.com

Nació en 1758 en Montbrison, Francia. Muy pocos recuerdan su nombre porque, como suele suceder con las mujeres que fueron pioneras de la ciencia, su trabajo quedó eclipsado por la incapacidad de la sociedad para reconocer la valía de una mujer y por la figura de un gran científico quien, además, era su marido: Antoine Laurent Lavoisier, cuya biografía les invitamos a escuchar.
Marie Anne había recibido una educación exquisita, dominaba varios idiomas, era una dibujante diestra, inteligente y culta. A sus 14 años, para huir de un poderoso y rudo pretendiente cincuentón, su padre la casó con Antoine y pasó a convertirse en madame Lavoisier. La unión fue certera en todos los sentidos, en el amor y en la ciencia.
Aunque inicialmente no tenía formación en el campo de la química –que por entonces era más bien alquimia- no tardó en formar con su esposo una de las parejas más fecundas de la historia. Libre de las obligaciones de madre, los Lavoisier no tuvieron hijos, Marie Anne trabajaba codo con codo con Antoine en el moderno laboratorio que habían logrado montar en su propia casa. Anotaba cuidadosamente las observaciones en el libro de notas, participaba activamente en el diseño de los experimentos dibujando esquemas y diagramas, muchos de los cuales se conservan con sus anotaciones manuscritas y, gracias a su dominio del latín y del inglés, leía los trabajos de otros investigadores en su lengua original y los traducía al francés.
Entre sus traducciones más famosas figura el “Essay on Phlogiston and the Constitution of Acids”, obra del químico, meteorólogo y geólogo, Richard Kirwan. Este científico, de origen irlandés, era un ardiente defensor de la teoría del flogisto, una sustancia similar al fuego que se suponía que era liberada durante la combustión. Marie-Anne leyó el libro en su inglés original y no se limitó a traducirlo, sino que acompañó la traducción con toda una serie de anotaciones señalando los errores químicos que encontraba. La oportuna traducción permitió a los Lavoisier diseñar la estrategia que desterró para siempre al flogisto a las catacumbas donde yacen las teorías erróneas.
En 1794, el año más macabro de la Revolución Francesa, Antoine Lavoisier y Jacques Paulze, padre de Marie Anne, fueron acusados de traición, condenados y ejecutados. La fatídica guillotina no sólo segó las vidas de sus seres más queridos sino que los bienes de los Lavoisier fueron confiscados, incluido el laboratorio, libros y las anotaciones científicas. A pesar de todo, durante los años siguientes, Marie Anne logró reunir una gran cantidad de documentación que luego publicó en una obra titulada Memorias de Química, un tratado que contribuyó a sembrar las bases de la química moderna.
Madame Lavoisier murió en París, en 1836, cuando contaba 78 años de edad. Para algunos es considerada “la madre de la química moderna”.